El Duelo Infantil En Niños De 6 A 9 Años | Dkv – Dkv Quiero Cuidarme, ¡uy, qué tema tan bacán, pero a la vez, ¡recontra complicado! Hablamos de cómo los chiquillos de 6 a 9 años pasan por la pérdida de alguien importante. Es una vaina que no es fácil de entender, ¿cierto? Pero acá te vamos a dar una mano para entender mejor cómo se manifiesta el duelo en ellos, qué onda con las etapas, y cómo podemos ayudarlos a pasar este momento tan difícil.

¡Prepárate, que esto se pone interesante!

Vamos a ver cómo se expresa el dolor en estos peques, desde llantos y enojos hasta cambios en su comportamiento o en su cuerpo. Revisaremos las etapas del duelo, pero ojo, ¡en niños no es tan lineal como en los adultos! Además, te daremos tips para ayudar a los papás, maestros y hasta a los terapeutas a apoyar a estos niños.

¡No te pierdas esta guía que te va a ayudar un montón!

Etapas del Duelo y su Impacto en Niños de 6 a 9 Años: El Duelo Infantil En Niños De 6 A 9 Años | Dkv – Dkv Quiero Cuidarme

El Duelo Infantil En Niños De 6 A 9 Años | Dkv - Dkv Quiero Cuidarme

El duelo en la infancia es un proceso complejo y único, que se manifiesta de manera diferente según la edad y la personalidad del niño. En niños de 6 a 9 años, la comprensión de la muerte es aún limitada, lo que influye en cómo experimentan y procesan la pérdida. A esta edad, el razonamiento es más concreto y literal, y la capacidad de abstracción aún se está desarrollando.

Esto impacta profundamente en la forma en que enfrentan las diferentes etapas del duelo.

Manifestaciones del Duelo en Niños de 6 a 9 Años

Las etapas del duelo, aunque no siempre se presentan de forma lineal, suelen incluir negación, ira, negociación, depresión y aceptación. En niños de esta edad, estas etapas se manifiestan de maneras particulares. La negación puede mostrarse como una dificultad para aceptar la realidad de la pérdida, jugando como si nada hubiera pasado o preguntando repetidamente por la persona fallecida.

La ira, en cambio, puede expresarse a través de berrinches, agresividad con otros niños o incluso con los adultos que les rodean. La negociación, a menudo inconsciente, puede verse en deseos mágicos o plegarias para que la persona fallecida regrese. La depresión se manifiesta con tristeza, aislamiento, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, cambios en el apetito o el sueño.

Finalmente, la aceptación, un proceso gradual, se evidencia en una disminución de la intensidad de las emociones negativas y una mayor capacidad para hablar de la persona fallecida sin una angustia extrema. Por ejemplo, un niño que ha perdido a su abuelo podría inicialmente negar la muerte, luego enojarse con sus padres por no poder traerlo de vuelta, después pedirle a Dios que lo resucite, posteriormente mostrarse triste y retraído, y finalmente, recordar al abuelo con cariño, hablando de sus recuerdos favoritos sin un llanto inconsolable.

Comparación del Duelo en Niños de 6 a 9 Años y Adultos

A continuación, se presenta una tabla que compara y contrasta las reacciones de duelo en niños de 6 a 9 años con las de adultos:

Niños de 6 a 9 años Adultos
Mayor dificultad para comprender la muerte como definitiva e irreversible. Comprensión más completa de la muerte y su carácter irreversible.
Expresión del duelo a través del juego, dibujos, o comportamientos regresivos. Expresión del duelo a través de la reflexión, el análisis y la verbalización de emociones.
Cambios en el comportamiento: irritabilidad, problemas de sueño, cambios en el apetito. Cambios en el comportamiento: tristeza profunda, aislamiento social, dificultades para concentrarse.
Posible idealización de la persona fallecida. Posible idealización o recuerdo de aspectos positivos y negativos de la persona fallecida.
Dependencia mayor de los adultos para el apoyo emocional. Mayor autonomía en la gestión del duelo, aunque se puede buscar apoyo en la familia y amigos.

Impacto del Duelo en el Desarrollo Infantil

El duelo impacta significativamente en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños de 6 a 9 años. En el ámbito cognitivo, puede afectar la concentración, la memoria y el aprendizaje. Un niño que está de duelo puede tener dificultades para prestar atención en clase o para recordar información. En el ámbito emocional, el duelo puede llevar a la ansiedad, la depresión, la culpa o la baja autoestima.

Un niño puede sentirse culpable por algo que ocurrió antes de la muerte de la persona querida, o puede sentirse indigno de amor. En el ámbito social, el duelo puede afectar las relaciones con los compañeros y la participación en actividades sociales. Un niño puede aislarse de sus amigos, mostrando dificultad para interactuar o jugar con otros. Por ejemplo, un niño que pierde a un hermano podría experimentar dificultades en la escuela debido a la tristeza, mostrando irritabilidad con sus amigos y evitando actividades grupales.

En fin, el duelo infantil es un tema que hay que tomarse con calma y mucha paciencia. No es fácil, pero con información y herramientas adecuadas, podemos ayudar a los niños a superar este proceso. Recuerda que cada niño es un mundo, y lo importante es brindarles amor, comprensión y apoyo en su propio tiempo. ¡Fuerza, que se puede!